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Dra. Gavin: “La mayoría de las trombosis venosas suelen desaparecer sin dejar secuelas si se tratan correctamente”

DRA GAVIN

Dra. Gavin: “La mayoría de las trombosis venosas suelen desaparecer sin dejar secuelas si se tratan correctamente”

El 13 de octubre se celebra el Día Mundial de la Trombosis, una de las afecciones más comunes y mortales de occidente. La enfermedad tromboembólica es la tercera causa de muerte cardiovascular más frecuente por detrás del infarto de miocardio y el ictus. Concretamente en Europa, fallecen más de medio millón de personas a causa de esta enfermedad, según cifras del estudio VITAE (VTE Impact Assessment Group in Europe).

 

La Dra. Olga Gavin, hematóloga de la Clínica HLA Montpellier, explica en qué consiste la trombosis; cuáles son sus factores de riesgo, su diagnóstico y tratamiento, prevención y las posibles complicaciones a las que se pueden enfrentar los pacientes.

 

P: ¿Qué es la trombosis?

Dra. Gavin: La trombosis es la formación de un coágulo de sangre (trombo) que se puede producir en las venas o en las arterias y obstruye la circulación sanguínea en la zona afectada.

 

Si se produce en una arteria, hablamos de trombosis arterial, que puede derivar en un infarto de miocardio cuando los coágulos se forman en las arterias coronarias. Si los coágulos se forman en las arterias cerebrales, pueden provocar un ictus

 

El término trombosis venosa, también llamada enfermedad tromboembólica venosa o tromboembolismo venoso, incluye varios procesos patológicos entre los        que destacan la trombosis venosa profunda, la trombosis venosa superficial y el tromboembolismo pulmonar.

 

P: ¿Qué síntomas presentan los pacientes?

Dra. Gavin: La trombosis venosa profunda es un tipo de trombosis venosa que se produce por la formación de coágulos (trombos) dentro de las venas profundas. Afecta más comúnmente a las venas de las pantorrillas y el muslo, pero también se puede encontrar en otros sitios (extremidades superiores, territorio esplácnico vena hepática, vena renal, senos venosos cerebrales, etc.)

 

Los síntomas habituales son: hinchazón, enrojecimiento, calor y dolor de la extremidad afectada. Es una enfermedad grave que puede tener serias consecuencias si no se detecta y se trata a tiempo. Si el trombo o una parte de este se desprende y se desplaza por la sangre puede llegar a los pulmones produciendo una embolia pulmonar, la cual podría provocar la muerte. No obstante, si se trata correctamente en fases iniciales, este riesgo de muerte se reduce muchísimo.

 

En el caso de la trombosis arterial los síntomas se relacionan con el órgano afectado. Si afecta a territorio coronario, puede producir dolor precordial, síncope, sensación de malestar general, mareo, náuseas y sudoración. Si el territorio afectado es el cerebral, el paciente puede presentar alteraciones en el habla, parálisis de las extremidades, desviación de la comisura de la boca y otros síntomas según la arteria cerebral afectada.

 

P: ¿Cuáles son los factores de riesgo para desarrollar un trombo?

Dra. Gavin: En el caso de la trombosis venosa existen diferentes factores de riesgo como la inmovilización prolongada, cáncer, enfermedades autoinmunes, los anticonceptivos, la gestación y el postparto, estados trombofílicos. En ocasiones a pesar de buscar una causa del evento trombótico no llegamos a identificarla y consideramos la trombosis venosa de origen idiopático.

 

Si hablamos de trombosis arterial los factores de riesgo más importantes son la hipertensión arterial, la dislipemia, la obesidad, la diabetes y el sedentarismo.

 

P: ¿Cómo se diagnostica la Trombosis Venosa Profunda (TVP)?

Dra. Gavin: El diagnóstico se basa en tres pilares fundamentales: sospecha clínica, datos de laboratorio y pruebas de imagen; ECO Doppler de extremidades, Angiotac en el caso de tromboembolismo pulmonar o trombosis en territorio abdominal.

 

P: ¿Qué complicaciones puede tener la TVP?

Dra. Gavin: La gran mayoría de las trombosis venosas suelen desaparecer sin dejar secuelas si se tratan correctamente. Sin embargo, una vez superadas, algunos pacientes pueden sufrir consecuencias más adelante, como el síndrome postrombótico posflebítico. Este síndrome es la consecuencia de una hipertensión venosa que se produce porque las válvulas de las piernas dejan de funcionar bien.

 

Suele manifestarse mediante una inflamación, cambios en la piel y dolor en la zona afectada de forma prolongada. El uso de medias de compresión elásticas, añadida al tratamiento farmacológico de la trombosis venosa profunda, aunque puede que no ayude en la prevención de esta secuela, su uso sí que puede ser adecuado para mejorar los síntomas.

 

Por otro lado, la consecuencia más grave de la trombosis venosa profunda es la embolia pulmonar. En esta enfermedad, el trombo que se forma en la vena profunda, o bien una parte de él, llega hasta el corazón y allí es impulsado hasta los pulmones. La embolia pulmonar puede tener consecuencias muy graves y puede ser mortal si no se detecta y se trata a tiempo. Sin embargo, se puede prevenir eficazmente y su tratamiento correcto en fases iniciales reduce mucho el riesgo de mortalidad.

 

Otro de los problemas derivados de la embolia pulmonar es la hipertensión pulmonar. No solo afectará a la función correcta del pulmón, sino que, a la larga, puede hacer que aparezcan signos de insuficiencia cardiaca.

 

P: ¿Se puede prevenir la trombosis?

Dra. Gavin: En el caso de la prevención de la trombosis venosa, las medidas pueden ser de carácter no farmacológicas (físicas y mecánicas), farmacológicas o bien una combinación de ambas.

 

En la mayoría de los casos no es sólo un factor el que provoca la trombosis, sino una combinación de varios factores. Por ejemplo, cuando un paciente es sometido a una intervención quirúrgica, se dañan los vasos sanguíneos, activando así la coagulación sanguínea; tras la intervención, el paciente debe permanecer en cama un cierto tiempo, lo que provoca alteraciones en la circulación sanguínea. En esta situación, si el paciente además es portador de una trombofilia, la probabilidad de desarrollar un evento trombótico es mayor.

 

En aquellas situaciones que el riesgo es conocido como la cirugía ortopédica, por ejemplo, se establece una profilaxis de enfermedad tromboembólica durante 30 o 45 días. Lo mismo ocurre tanto en el embarazo como en el postparto, donde también se previene el tromboembolismo. En otras situaciones como una infección (COVID-19), un cáncer u otras enfermedades que deben de ser valorados por el médico responsable y un experto en trombosis para valorar cuál es la mejor opción terapéutica y el tiempo de prevención de la enfermedad.

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